Desde su descubrimiento en 1959, uno de los grupos sociales
más vulnerables ante el VIH ha sido el infantil, no solo en el trato, sino
también en las medidas para evitar su contagio. Ejemplo, el caso de Gabriela
Gonzales quien acaba de ganar un juicio contra el Estado de Ecuador para ser
indemnizada.
Gabriela contrajo el VIH tras
una transfusión de sangren en una clínica privada cuando tenía tres años de
edad. La sangre provenía de la Cruz Roja, quien en ese momento era la encargada
de regular los dos bancos existentes en el país.
¡Ellos también sufren!
Además de esta negligencia, Gabriela ha sufrido a lo largo
de su vida la discriminación y algunos de los efectos del VIH que puede
desarrollar un infante de acuerdo AIDS.gov:
1. Susceptibilidad a desarrollar una enfermedad
pulmonar llamada linfocítica neumonitis intersticial. Esta
condición puede hacer que la respiración sea cada vez más difícil.
2. Con regularidad padecen de fiebre, diarrea,
deshidratación y convulsiones.
3. Su desarrollo puede ser más lento.
4. Regularmente son víctimas de intimidación.
5. Tienen poca adherencia al medicamento.
Actualmente no existe una prueba exacta para detectar el VIH
en los recién nacidos, por ello regularmente se tarda su diagnóstico de 2 a 3
semanas.
El caso de Gabriela debe ser un ejemplo, no solo para buscar
que gobiernos e instituciones posean medidas de seguridad más eficaces sino que
como sociedad exista la cultura de la prevención y de que se debe realizar un
chequeo antes de donar sangre.
Fuente: Salud 180
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