miércoles, 13 de mayo de 2020

El rapto: ¿habrá un rapto secreto?






Muchos cristianos creen que cuando Jesucristo regrese esta tierra, Él se acercará secretamente para arrebatar a todos los creyentes y todos los hijos en un rapto. Según esta teoría, ellos serán llevados al cielo donde serán protegidos durante la Gran Tribulación.

Aunque la Biblia sí enseña claramente que habrá una Gran Tribulación y que Jesús regresará, la Biblia no enseña que habrá un rapto secreto.

La teoría del rapto

A menudo se hace referencia a esta enseñanza como la “teoría del rapto”. Es una teoría porque no tiene una prueba definitiva. Ni Jesús ni los apóstoles enseñaron que tal evento ocurrirá y, de hecho, éste no tiene apoyo bíblico. Aunque hay desacuerdo en cuanto a su origen exacto, no se había escuchado de esta doctrina hasta principios del siglo 19, y la misma se popularizó cuando fue incorporada en las notas al pie de página de la Biblia Anotada de Scofield.

Los comentarios de Scofield son con referencia a 1 Tesalonicenses 4:17: “Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor”.

Los adherentes a la doctrina del rapto creen que éste es descrito por la frase “seremos arrebatados”. Un significado de la palabra hispana arrebatados es “ser llevado en cuerpo o en espíritu”. 

No obstante, la palabra rapto no es usada aquí ni en cualquier otro lugar en las Escrituras. La frase “seremos arrebatados” es traducida de una palabra griega que significa “agarrar, tirar de, o tomar por la fuerza” (Louw y Nida Greek-English Lexicon of the New Testament (“Diccionario Oxford griego-inglés LSJ”)). Ésta es una palabra fuerte en el griego, y enfatiza que la acción será repentina y forzosa. Transmite el poder de Dios por el cual Él resucitará a los que habían muerto. En la Biblia Vulgata (latín) la frase “seremos arrebatados” es traducida rapere, de la cual se deriva la palabra rapto.

Para ver esta declaración en su contexto, nos es útil leer 1 Tesalonicenses 4:13-17: “Tampoco queremos, hermanos, que ignoréis acerca de los que duermen, para que no os entristezcáis como los otros que no tienen esperanza. Porque si creemos que Jesús murió y resucitó, así también traerá Dios con Jesús a los que durmieron en él.
“Por lo cual os decimos esto en palabra del Señor: que nosotros que vivimos, que habremos quedado hasta la venida del Señor, no precederemos a los que durmieron. Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor”.
La promesa de una resurrección—no de un rapto
Aparentemente estos cristianos del primer siglo esperaban que Jesús regresara durante su vida . Cuando algunos murieron antes de que Él regresara a la tierra, ellos se preocuparon y confundieron. Para alentarlos, Pablo apela a su fe en la resurrección de Jesús y la promesa de una resurrección de los fieles cuando Él regrese.

Notemos que este pasaje no incluye ninguna advertencia acerca de o aun una referencia a la Gran Tribulación al final del siglo. Pablo no estaba advirtiéndoles acerca de tener presente sus responsabilidades cristianas para que ellos pudieran estar entre los que serían “arrebatados juntos” para “recibir al Señor en el aire” para escapar de tiempos difíciles. De hecho, si los fieles están muertos y en sus tumbas, ¿por qué necesitarían ser arrebatados para escapar de la Tribulación? Al leer el contexto completo vemos que Pablo les recordó de la promesa de la resurrección de los fieles cuando Jesús regrese.

Evidentemente, él está escribiendo acerca de una resurrección, no de un rapto.

No un evento secreto

Otro elemento clave de la teoría del rapto es que se supone que éste será secreto. Sin ninguna advertencia, los creyentes fieles desaparecerán repentinamente.
Pero notemos de nuevo en 1 Tesalonicenses 4:16-17: “Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero. 

Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor”.
Con trompetas y ángeles declarando el regreso de Cristo, esto difícilmente puede ser la descripción de algo hecho en secreto.

En Mateo 24:30 Jesús dice que a su regreso la gente de toda la tierra verá al Hijo del Hombre viniendo en las nubes del cielo. En Apocalipsis 11:15 leemos que la séptima trompeta sonará y grandes voces en el cielo proclamarán que Jesús reinará sobre las naciones del mundo por los siglos de los siglos.

Estos pasajes describen el mismo evento: la llegada de Jesucristo—dramática, poderosa y muy visible—cuando Él regrese para tomar el control de y reinar sobre todas las naciones. No hay ningún pasaje que apoye la enseñanza de que Él se acercará a la tierra sin regresar realmente, para secretamente arrebatar a los creyentes al cielo y luego regresar otra vez después de la Tribulación.
Recibir al Señor en el aire
¿Significa la frase en 1 Tesalonicenses 4:17 que iremos al cielo y estaremos siempre con el Señor? Notemos que ellos lo recibirán en “las nubes”—es decir, en la atmosfera de la tierra, no en el cielo donde Dios reside.
Cuando Jesús regrese, Él vendrá a la tierra y reinará sobre la tierra (Hechos 1:9-11; Apocalipsis 11:15; Zacarías 14:1-4). Los que “reciban al Señor en el aire” no permanecerán en el aire con Jesús, sino bajarán a la tierra con Él. La frase “y así estaremos siempre con el Señor” no significa que ellos irán al cielo con Él, sino que describe cómo es que los santos resucitados llegarán a estar con Él.
La palabra traducida “recibir” es una palabra griega que significa saludar y escoltar a un visitante de la realeza o un representante gubernamental (Vine’s Complete Expository Dictionary of Old and New Testament Words [Vine: Diccionario expositorio completo de palabras del Antiguo y del Nuevo Testamento]). En otras palabras, cuando Jesús regrese, los creyentes fieles que habían muerto serán resucitados y los que todavía esté con vida serán cambiados a espíritu. Ellos se levantarán juntos en las nubes para saludar a Jesús cuando Él regrese y lo escoltarán a la tierra donde Él empezará a reinar.

¿Serán dejados algunos?

El pasaje en Mateo 24:40-41 es citado algunas veces como una descripción del rapto: “Entonces estarán dos en el campo; el uno será tomado, y el otro será dejado. Dos mujeres estarán moliendo en un molino; la una será tomada, y la otra será dejada”.
Una vez más, nosotros entendemos mejor cuando consideramos estos versículos en su contexto. Empezando en el versículo 36, Jesús advierte que ya que no sabremos cuándo regresará Él, debemos estar listos en todo momento. Él nos insta a no hacer caso omiso, como la gente antes del diluvio. En lugar de eso, nosotros podemos estar preparados espiritualmente para el regreso de Jesús. Aunque, nos advierte, habrá algunos que estarán preparados y otros no lo estarán.
En el versículo 42 Jesús dice: “Velad, pues, porque no sabéis a qué hora ha de venir vuestro Señor”. Y en el versículo 44 Él concluye el pensamiento: “Por tanto, también vosotros estad preparados; porque el Hijo del Hombre vendrá a la hora que no pensáis”. Los versículos 40-41 muestran el contraste entre los que prestarán atención a la advertencia de Jesús y los que no prestarán atención. Aquí no se dice nada acerca de ser arrebatado en un rapto.
Notemos también que el “ser tomado” no necesariamente es una cosa buena. Hablando de aquellos que no estuvieron preparados en el tiempo de Noé, el versículo 39 dice que el diluvio “se los llevo a todos”. Y hablando del tiempo del fin en los versículos 40 y 41, Jesús dijo que uno será “tomado” y el otro dejado. ¿Podría indicar esto que los que serán “tomados” son los que serán llevados por los acontecimientos de la Tribulación al final del siglo y los que serán “dejados” son una referencia a quienes estarán preparados espiritualmente?
Advertencias de tiempos difíciles, pero no la promesa de un rapto
Hay muchas advertencias proféticas acerca del fin de este siglo. El apóstol Pedro dijo que el conocer los tiempos que están por delante debe motivarnos a andar “en santa y piadosa manera de vivir” (2 Pedro 3:11). Jesús describió tiempos venideros de estrés y dificultad sin paralelo (Mateo 24:21-22). Él advirtió que ya que no conocemos el momento de su regreso, debemos prestar atención, vigilar y orar.
Jesús también advirtió que debemos estar en guardia para que no seamos sorprendidos inesperadamente conforme esos eventos se acercan y que los que estén vigilantes y centrados podrán escapar los tiempos venideros (Lucas 21:34-36). Y Apocalipsis 12:13-14 describe en lenguaje simbólico que la Iglesia será protegida de Satanás durante el tiempo de la Gran Tribulación. Pero ellos no son tomados en un rapto, y no van al cielo para ser protegidos.
En todas las profecías del fin del siglo y del regreso de Jesucristo, no hay ninguna indicación o aun una pista de que Él se acercará a la tierra para llevarse secretamente a los creyentes, dejando al resto para que sufran la angustia de la Gran Tribulación. Su regreso será visible, y sus seguidores estarán con Él cuando Él descienda al Monte de los Olivos para empezar su reino de mil años sobre la tierra (Zacarías 14:4-5; Lucas 21:27; Apocalipsis 5:10; 20:4).




¿Qué son los cuatro jinetes del Apocalipsis?




Muchas personas han oído hablar alguna vez de los cuatro jinetes del Apocalipsis, pero muy pocas saben exactamente en qué consisten. ¿Qué nos revelan?


Primero que todo, debemos recordar que la palabra “Apocalipsis” alude a uno de los libros de la Biblia (el último de ellos). Este término proviene del griego apokalupsis, que significa “revelación” o “descubrimiento”. En otras palabras, los cuatro jinetes del Apocalipsis deben su nombre a la sección de la Biblia donde son mencionados, el libro de “Apocalipsis”.

Los primeros cuatro sellos de los siete que se mencionan
Los cuatro jinetes son mencionados únicamente en el capítulo 6 del libro de Apocalipsis, pero para comprender su identidad y significado, es necesario situarlos en un contexto más amplio. El libro de Apocalipsis es la revelación de Jesucristo a sus siervos (Apocalipsis 1:1) y registra los eventos más importantes que ocurrirán antes del regreso de Cristo a la tierra. 

Estos eventos están escritos en un pergamino con siete sellos que sólo Jesucristo mismo puede abrir para revelar su contenido (véase Apocalipsis 5).

En el capítulo 6 de Apocalipsis son abiertos los primeros seis sellos. Luego, en el capítulo 8, se abre el séptimo sello que es explicado hasta el fin del libro. Este séptimo sello representa el Día del Señor, y es en realidad el tema principal del libro. El Día del Señor es el momento en que Cristo intervendrá para quitar el control del mundo a Satanás y a sus rebeldes líderes humanos que le siguen, y establecer el Reino de Dios aquí en la tierra. 

Los primeros seis sellos que se mencionan en la Biblia se refieren a eventos preliminares que desembocarán en el Día del Señor.

Con esto en mente, examinemos el capítulo 6 de Apocalipsis, donde encontramos seis sellos que revelan una serie de acontecimientos que preceden al fin del mundo. Los primeros cuatro de estos sellos son también los cuatro jinetes del Apocalipsis y representan sucesos que han estado ocurriendo desde el momento en que fue anunciada esta profecía y se van a intensificar antes del tiempo del fin, en el dramático retorno de Jesucristo.

Jesucristo abre los sellos

Ya que Cristo es el único que puede abrir estos sellos y revelar lo que sucederá en este mundo antes de su segunda venida, ¿hay algún otro lugar en la Biblia en que él explique estos eventos? En realidad, Él lo hizo un poco antes de su muerte, en lo que se conoce como la Profecía de los Olivos (dada en el Monte de los Olivos), que aparece registrada en el evangelio de Mateo (capítulo 24), Marcos (capítulo 13) y Lucas (capítulo 21). 

Cuando vemos lo que Cristo dijo en esta profecía, esto nos ayuda a identificar lo que representa cada uno de los cuatro jinetes.

En Mateo 24:3 leemos que los discípulos le preguntaron a Cristo: “¿cuándo serán estas cosas, y qué señal habrá de tu venida, y del fin del siglo?” Tal como se demuestra en los cuadros a continuación, Cristo responde a estas preguntas de una forma coherente con lo que el apóstol Juan describió años después en el libro del Apocalipsis.
Mateo 24
Apocalipsis 6
Significado y comentarios
(Versículo 5)  Porque vendrán muchos en mi nombre, diciendo: Yo soy el Cristo; y a muchos engañarán.”
(Versículo 2) Caballo blanco y jinete con un arco.
Engaño religioso sería la primera tendencia que aparecería inmediatamente después de que Cristo dejara la tierra—i.e., Cristo sería falsamente representado, lo que engañaría a muchos. (En Apocalipsis 19:11-15 vemos a Cristo en un caballo blanco, pero llevando una espada en lugar de un arco.)
(Versículo 6) “Y oiréis de guerras y rumores de guerras… pero aún no es el fin”.
(Versículo 7a) “Porque se levantará nación contra nación, y reino contra reino”.
(Versículos 3-4) Caballo bermejo y jinete con una espada, quitando la paz de la tierra y haciendo que los seres humanos se maten unos a otros.
Guerras éstas han ocurrido en todo el mundo desde la ascensión de Cristo. Sin embargo, los enfrentamientos entre grandes naciones y reinos (como las guerras mundiales que comenzaron en el siglo XX) se incrementarán en el tiempo del fin.
(Versículo 7b) “…y habrá pestes…”.
(Versículos 7-8) Caballo amarillo (de un color amarillento, como el cloro) y jinete llamado “Muerte”.
Pestes (enfermedades a gran escala, epidemias y pandemias) se incrementan alrededor del mundo, debido a las guerras y al hambre.
(Versículo 7c) “…y hambres”.
(Versículos 5-6) Caballo negro y jinete con una balanza para pesar los escasos suministros alimenticios.
Hambre causada principalmente por sequías y guerras, se incrementará cuando el mundo se acerque al fin.
Es importante destacar que cada vez que se abre un sello, éste permanece abierto hasta el final de los tiempos. Por lo tanto, cada sello abierto se agrega a los que han sido abiertos previamente y continúan juntos causando mortandad. Además, todos los sellos se intensificarán enormemente al acercarse el fin de este mundo.

Veamos el gran impacto que tendrán estos cuatro primeros sellos (jinetes) sobre la tierra, pues se les dará “potestad sobre la cuarta parte de la tierra, para matar con espada, con hambre, con mortandad, y con las fieras de la tierra” (Apocalipsis 6:8). En otras palabras, los primeros cuatro sellos causarán la muerte de la cuarta parte de la humanidad. Este versículo además incluye a las “fieras de la tierra”, que contribuirán a la gran mortandad por ser portadoras de pestes y ser depredadoras voraces.


Claramente, estos cuatro primeros sellos ya han sido abiertos y sus efectos se están manifestando en la actualidad. Los cuatro jinetes del Apocalipsis han rondado la tierra por cientos de años y poco a poco han arrebatado la vida de millones de seres humanos. Sin embargo, otras profecías bíblicas señalan que su capacidad de destrucción se incrementará aun más antes de que el quinto sello, o Gran Tribulación, sea abierto. 

Tal como Cristo lo revela, este mundo enfrentará una gran devastación en el final de los tiempos, producto de la rebeldía de los hombres contra su Creador.

El Reino de Dios

No obstante, también hay buenas noticias. Al terminar esta terrible tormenta, comenzará un nuevo mundo maravilloso. Cuando ya esté por terminar el séptimo y último sello, Jesucristo regresará para reinar con poder y justicia—junto a sus santos resucitados—y de esta manera, Él establecerá finalmente la utopía del Reino de Dios en la tierra.

¿Dónde estamos en la profecía Bíblica? ¿Es este siglo el tiempo del fin?







A través de los años la gente ha proclamado y fijado fechas para el tiempo del fin. El teólogo James Ussher afirmó en el siglo 17 que la creación ocurrió en el año 4004 a.C. Una creencia común ha sido que al hombre le fueron asignados 6.000 años y entonces Cristo regresaría para reinar sobre la tierra por 1.000 años.

Más de 6.000 años han pasado desde 4004 a.C., y Cristo no ha regresado. ¿Se nos pasó el final del “presente mundo malo” (Gálatas 1:4) o está todavía por venir?

Hace aproximadamente 2.000 años, los discípulos de Jesús se le acercaron con preguntas similares. “Y estando él sentado en el monte de los Olivos, los discípulos se le acercaron aparte, diciendo: Dinos, ¿cuándo serán estas cosas, y que señal habrá de tu venida, y del fin del siglo?” (Mateo 24:3).

Jesús entonces empezó a explicar lo que sucedería en los tiempos del fin que precederían a su regreso. Aunque la Biblia no da una fecha específica de cuándo regresará Cristo a la tierra, sí predice qué condiciones habrá en esta época crucial.


El libro de Apocalipsis describe siete sellos que serán abiertos antes del regreso de Jesucristo a la tierra. Pero, ¿qué representan estos sellos?







Apocalipsis nos habla de un rollo con siete sellos que serían abiertos antes de que Cristo regresara a la tierra.  

En el capítulo 5 del libro de Apocalipsis, leemos acerca de un rollo que será presentado ante Cristo en el cielo y que tiene siete sellos, los cuales representan una serie de eventos previos al regreso de Jesús.

Aquí también se describe el momento en que Jesucristo es alabado por ser el único digno de abrir los siete sellos. Pero, si bien este evento es claramente previo a la apertura de los sellos, hay ciertos pasajes de este capítulo que son más bien proféticos, pues relatan lo que sucederá luego de que los sellos sean abiertos. 

Apocalipsis 5:9-10, por ejemplo, nos habla acerca de un grupo de seres humanos que serán redimidos para luego convertirse en reyes y sacerdotes de la tierra; y el versículo 13 describe a “todo lo creado que está en el cielo, y sobre la tierra, y debajo de la tierra, y en el mar” adorando a Dios el Padre y el Cordero.

Apocalipsis 5 no está describiendo un “arrebatamiento” de los santos previo a la apertura de los siete sellos; este capítulo revela lo que sucederá cuando todos los sellos hayan sido abiertos y el plan de Dios se haya cumplido. Y, luego de hacer este pequeño resumen, los siguientes capítulos de Apocalipsis nos dan más detalles de cómo será posible alcanzar esa meta—cuando en la tierra no haya más que seres justos dedicados a Dios.

Entonces, al haberse cumplido el propósito del plan de Dios, sólo los fieles que hayan perseverado vivirán para disfrutar del “cielo nuevo” y “tierra nueva” (Apocalipsis 21:1). “El que venciere heredará todas las cosas, y yo seré su Dios, y él será mi hijo. 

Pero los cobardes e incrédulos, los abominables y homicidas, los fornicarios y hechiceros, los idólatras y todos los mentirosos tendrán su parte en el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda” (vv. 7-8). 

El momento del cual habla Apocalipsis 5:13—cuando“todo lo creado” alabará a Dios el Padre y Jesucristo—tendrá lugar después de que esto suceda. Si desea saber más acerca de qué pasará con los santos cuando Jesucristo regrese, le invitamos a leer nuestro artículo: “El Rapto: ¿Habrá un rapto secreto?

Los cuatro jinetes del Apocalipsis
Las Escrituras describen los cuatro primeros sellos y sus significados usando lenguaje simbólico; son representados como mensajeros montando caballos de diferentes colores. Es por esto que también se conocen como “los cuatro jinetes del Apocalipsis”.

 La palabra “apocalipsis” proviene del griego apokalupsis, que significa “manifestación” o “revelación”, lo cual es el tema principal del libro bíblico que lleva ese nombre. En otras palabras, los “jinetes de Apocalipsis” en realidad deben su nombre al último libro de la Biblia.


Dado que ya hemos explicado el significado de los cuatro primeros sellos en otro de nuestros artículos, “Los cuatro jinetes del Apocalipsis”, sólo los mencionaremos brevemente en esta ocasión para luego enfocarnos en los últimos tres sellos.


El primer sello: un caballo blanco
En Apocalipsis 6:2, el apóstol Juan describe el primer sello como “un caballo blanco; y el que lo montaba tenía un arco; y le fue dada una corona, y salió venciendo, y para vencer”.
Y, si hacemos un paralelo entre los sellos de Apocalipsis y los eventos que Cristo predijo en el tan conocido Sermón del Monte, es evidente que este primer jinete representa el engaño religioso (consulte Mateo 24:5).

El segundo sello: un caballo bermejo
Al abrirse el segundo sello, Juan observa “otro caballo, bermejo; y al que lo montaba le fue dado poder de quitar de la tierra la paz, y que se matasen unos a otros; y se le dio una gran espada” (Apocalipsis 6:4).

Nuevamente, este pasaje nos remite a Mateo 24, donde Cristo revela que en los últimos tiempos se oirá “de guerras y rumores de guerras” y “se levantará nación contra nación” (vv. 6-7).

El tercer sello: un caballo negro

En Apocalipsis 6:5-6, el apóstol describe el tercer sello diciendo: “miré, y he aquí un caballo negro; y el que lo montaba tenía una balanza en la mano. Y oí una voz de en medio de los cuatro seres vivientes, que decía: Dos libras de trigo por un denario, y seis libras de cebada por un denario; pero no dañes el aceite ni el vino”.

Este caballo es la representación gráfica del hambre que Jesucristo predijo para los tiempos previos a su regreso (Mateo 24:7).

El cuarto sello: un caballo amarillo

Por último, Juan describe el cuarto jinete en Apocalipsis 6:8: “Miré, y he aquí un caballo amarillo, y el que lo montaba tenía por nombre Muerte, y el Hades le seguía; y le fue dada potestad sobre la cuarta parte de la tierra, para matar con espada, con hambre, con mortandad, y con las fieras de la tierra”.

Este representa las pestes que Jesús mencionó en Mateo 24:7,que también precederían su segunda venida.
Sin duda los acontecimientos representados por los primeros cuatro sellos—engaño religioso, guerras, hambre y pestes—han estado ocurriendo desde hace ya algún tiempo. Pero, siendo señales de la segunda venida de Cristo y “principio de dolores” (Mateo 24:8), estas aterradoras circunstancias empeorarán aún más en los tiempos del fin.

El quinto sello: tribulación

“Cuando abrió el quinto sello, vi bajo el altar las almas de los que habían sido muertos por causa de la palabra de Dios y por el testimonio que tenían. Y clamaban a gran voz, diciendo: ¿Hasta cuándo, Señor, santo y verdadero, no juzgas y vengas nuestra sangre en los que moran en la tierra? Y se les dieron vestiduras blancas, y se les dijo que descansasen todavía un poco de tiempo, hasta que se completara el número de sus consiervos y sus hermanos, que también habían de ser muertos como ellos” (Apocalipsis 6:9-11).

  • El contexto
Antes de analizar el significado del quinto sello, es necesario prestar atención al contexto de la visión de Juan. Dado que apóstol describe a mártires fieles de todas las épocas pidiendo que sus injustas ejecuciones sean vengadas, algunas personas se basan en esta escritura para afirmar que todos los santos están en el cielo esperando que Dios juzgue a quienes los mataron. Pero no es así; no podemos olvidar que esta fue sólo una visión—no necesariamente una descripción de la realidad—en la cual se ilustran eventos futuros.

Debemos recordar que a veces la Biblia se vale de metáforas para representar eventos pasados, presentes o futuros, y que éstas no deben interpretarse literalmente. En Génesis 4:10,Dios mismo utiliza una metáfora para reprender a Caín por haber matado a su hermano Abel diciendo: “La voz de la sangre de tu hermano clama a mí desde la tierra”. La sangre de Abel clamaba a Dios en sentido figurado, no literalmente.

La visión del quinto sello en que mártires fieles de todos los tiempos esperan el juicio de Dios simboliza el plan que nuestro Creador tiene para este mundo y toda la humanidad: “llevar muchos hijos a la gloria” (Hebreos 2:10).En Romanos 8:22, Pablo también utiliza el lenguaje metafórico para describir este proceso, explicando que “toda la creación gime a una, y a una está con dolores de parto hasta ahora”. Nunca debemos olvidar que el propósito del libro de Apocalipsis y los sellos es revelar eventos futuros y describir cómo el plan de salvación de Dios se llevará a cabo.

  • El significado
La visión del quinto sello simboliza la Gran Tribulación que tendrá lugar antes de la segunda venida de Jesucristo y que estará principalmente dirigida a los descendientes físicos de Jacob y al pueblo fiel de Dios.
En Mateo 24: 9-10, Cristo describe este evento diciendo que “entonces os entregarán a tribulación, y os matarán, y seréis aborrecidos de todas las gentes por causa de mi nombre. Muchos tropezarán entonces, y se entregarán unos a otros, y unos a otros se aborrecerán” (énfasis añadido).

Y más adelante continúa detallando este tiempo de prueba sin precedentes, en el que “habrá entonces gran tribulación, cual no la ha habido desde el principio del mundo hasta ahora, ni la habrá. Y si aquellos días no fuesen acortados, nadie sería salvo [nadie quedaría con vida]; mas por causa de los escogidos, aquellos días serán acortados” (vv. 21-22, énfasis añadido).

El quinto sello representa la ira de Satanás contra toda la humanidad, especialmente contra el pueblo de Dios. Este último tiempo en que Satanás actuará contra los verdaderos creyentes es el contexto de la advertencia de Apocalipsis 12:12: “¡Ay de los moradores de la tierra y del mar! porque el diablo ha descendido a vosotros con gran ira, sabiendo que tiene poco tiempo”.

El sexto sello: señales cósmicas
Luego, al abrirse el sexto sello, Juan presenció “un gran terremoto; y el sol se puso negro como tela de cilicio, y la luna se volvió toda como sangre; y las estrellas del cielo cayeron sobre la tierra, como la higuera deja caer sus higos cuando es sacudida por un fuerte viento. Y el cielo se desvaneció como un pergamino que se enrolla; y todo monte y toda isla se removió de su lugar” (Apocalipsis 6:12-14).

Estos eventos sobrenaturales ya se habían revelado como señales de la llegada del Día del Señor desde mucho antes. El profeta Joel describió este tiempo como un “día de tinieblas y de oscuridad, día de nube y de sombra”, cuando “el sol y la luna se oscurecerán, y las estrellas retraerán su resplandor…y temblarán los cielos y la tierra” (Joel 2:2; 3:15-16).

Y, cuando estos asombrosos acontecimientos ocurran, la humanidad entenderá que pronto Dios castigará al mundo entero por haber desobedecido sus leyes; “ y los reyes de la tierra, y los grandes, los ricos, los capitanes, los poderosos, y todo siervo y todo libre, se escondieron en las cuevas y entre las peñas de los montes; y decían a los montes y a las peñas: Caed sobre nosotros, y escondednos del rostro de aquel que está sentado sobre el trono, y de la ira del Cordero” (Apocalipsis 6:15-17).

El séptimo sello: la ira y misericordia de Dios
La descripción del séptimo sello, que a su vez se compone de siete trompetas, comienza en Apocalipsis 8. Conocido también como “el Día del Señor”, este sello es el tema principal del libro de Apocalipsis. Representa tanto “la ira del Cordero” (Apocalipsis 6:16), que Cristo dejará caer sobre la humanidad por haber desobedecido la ley de Dios, como la misericordia de Dios, que el Padre mostrará enviando a su Hijo para establecer elReino de Dios en la tierra.

Pero antes de que el séptimo sello sea abierto, Dios sellará a un grupo de 144.000 personas, que representan a las 12 tribus de Israel, y a otra “gran multitud” (Apocalipsis 7:3-4, 9).
La palabra “sellados” que se utiliza para describir a estas personas proviene del griego sphragizo, que significa “timbrar” o “marcar por seguridad”.

 Esta palabra también es utilizada por Pablo en Efesisos 1:13 para describir a los cristianos que fueron “sellados con el Espíritu Santo de la promesa” y en Efesios 4:30 para describir a los creyentes que fueron “sellados para el día de la redención”. En otras palabras, los fieles seguidores de Dios serán protegidos del castigo que pronto caerá sobre el resto de la humanidad, que permanece en rebeldía contra Dios.

Al abrirse el séptimo sello, las siete trompetas—que representan los castigos de Dios para la humanidad—se prepararán para sonar (Apocalipsis 8:6). Y, como leemos en Apocalipsis 9:6, cuando suene la quinta trompeta, el castigo ya habrá sido tan severo que “los hombres buscarán la muerte, pero no la hallarán; y ansiarán morir, pero la muerte huirá de ellos”. De hecho, un tercio de la humanidad morirá durante la trompeta siguiente (v. 18).


Pero, afortunadamente, Dios mostrará su misericordia un poco después, cuando la séptima trompeta anuncie que “los reinos del mundo han venido a ser de nuestro Señor y de su Cristo” (Apocalipsis 11:15).

Si bien aun habrá “siete plagas postreras antes de que la ira de Dios sea consumada”—también descritas como “siete copas de oro, llenas de la ira de Dios” (Apocalipsis 15:1, 7), todo mejorará ostensiblemente cuando Cristo finalmente regrese a la tierra, el Reino de Dios sea establecido y comiencen los mil años de paz y prosperidad de los cuales nos hablan las Escrituras.




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