Agotados para el amor, sin ganas de nada, ansiosos, poco motivados en la intimidad, los amantes "quemados" debieran prestar atención a los signos de alejamiento y preguntarse qué está pasando.
El burnout, en términos coloquiales "estar quemado", se refiere al agotamiento extremo que experimentan ciertas personas en trabajos demasiado exigentes, que demandan horas initerrumpidas en situaciones de estrés. Lo curioso es que esta palabra está empezando a usarse también en relación a la pareja.
Los consultorios psicológicos están repletos de pacientes que afirman estar exhaustos en el tema del amor. Muchos solteros y personas que están en pareja confiesan que se sienten hartos de decepciones y experiencias dolorosas en sus vidas amorosas. ¿Cuál es la diferencia entre una situación complicada y un desgaste irreversible? ¿Se puede abandonar el impulso del deseo? ¿Puede ser que una serie de fracasos consecutivos lleven a las personas a dejar de creer en el amor?
Hay algunos indicadores que pueden encender la señal de alarma. En principio, el agotamiento de los amantes se puede confundir con la depresión, ya que los síntomas son similares: fatiga, tristeza, irritabilidad, ansiedad, disminución del deseo sexual, trastorno del sueño, entre otros. Entonces, el primer paso es indagar, si todos o algunos de esos estados están provocados por la mala o inexistente relación de pareja, o por otros motivos.
El principal síntoma del burnout amoroso es la caída de la confianza en uno mismo. La sensación de fracaso en la pareja puede llevarte a cuestionar todo y a dudar de tu valor, de tu capacidad de amar y de ser amado. A menudo sentimos la responsabilidad exclusiva de nuestros "fracasos amorosos" porque con la fatiga viene la dificultad de relativizar y ver el lado bueno de las cosas. Además, nos volvemos cínicos. Ya no confiamos en hombres o mujeres porque creemos que todos son incapaces de comprometerse o que no son fieles. Decimos que el amor solo existe en los cuentos de hadas.
La indecisión es otro síntoma de agotamiento amoroso. Todo se vuelve complicado en nuestra cabeza cuando pensamos en nuestra relación porque tememos tomar malas decisiones. Además, solos, a menudo evitamos nuevos encuentros porque nuestro corazón está demasiado desollado para disfrutar del amor. El miedo al rechazo, el abandono y el fracaso nos persigue y puede impedirnos dormir e incluso causar dolencias físicas. También es ver todo en color negro. Decimos que el amor es para los demás, que nunca encontraremos a la persona adecuada para nosotros.
Un test rápido para saber si tu pareja está en burnout
El psicólogo John Gottman desarrolló un protocolo por el cual encierra a una pareja en una sala, sin conocerlos previamente, y los observa. En 15 minutos, logra determinar con el 90 por ciento de seguridad quienes se van a separar en los próximos cinco años.
Su fórmula: Gottman estudia la cantidad de emociones positivas que intercambia esta pareja frente a las negativas. Cómo se miran, cómo se tocan, qué se dicen, qué no se dicen. Las parejas exitosas son las que intercambian cinco veces más emociones positivas que negativas. Las que simplemente se llevan bien entrecruzan tres emociones positivas por cada negativa. Y por debajo de esto, la separación, porque no hay pareja que lo aguante a largo plazo y en estas épocas.
Junto con su esposa Julie Schwartz, el psicólogo, uno de los mayores expertos en pareja de la actualidad, fundaron en la Universidad de Washington el famoso Laboratorio del amor a finales de los 70. Su enseñanza, tanto para quienes están casados como para quienes buscan un compañero es que que no hay relaciones perfectas. Toda pareja presenta desafíos y dificultades de las que debe ser consciente para trabajar en conjunto y su principal herramienta es la comunicación. Esta es la base del amor. Así que si estás agotado, probá empezar a comunicarte mejor.
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