Estados Unidos.- La persecución durante cuatro días en Texas del sospechoso acusado de matar a cinco vecinos termina este martes cuando las autoridades, siguiendo una pista, dijeron que habían encontrado al sospechoso escondido bajo una pila de ropa sucia en el armario de una casa.
Francisco Oropeza, de 38 años, fue capturado sin incidentes cerca de la comunidad de Conroe, al norte de Houston y a unos 32 kilómetros de su casa en la localidad rural de Cleveland.
Allí es donde las autoridades dicen que fue a la casa de al lado y disparó a sus vecinos con un rifle de estilo AR poco antes de la medianoche del viernes.
Oropeza había estado disparando rondas de tiros en su propiedad y el ataque se produjo después de que los vecinos le pidieran que se alejara porque los disparos no dejaban dormir a un bebé, según la policía.
Oropeza había estado disparando rondas de tiros en su propiedad y el ataque se produjo después de que los vecinos le pidieran que se alejara porque los disparos no dejaban dormir a un bebé, según la policía.
Oropeza será acusado de cinco cargos de asesinato, dijo el sheriff del condado de San Jacinto, Greg Capers. La fianza se fijó en 5 millones de dólares.
«Pueden estar tranquilos ahora, porque él está tras las rejas», dijo Capers de las familias de las víctimas. «Vivirá su vida entre rejas por matar a esos cinco».
La detención pone fin a lo que se había convertido en una redada cada vez más amplia que había llegado a contar con más de 250 personas de múltiples jurisdicciones y por la que se habían ofrecido 80.000 dólares en recompensas.
El martes por la mañana, el FBI dijo que Oropeza «podría estar en cualquier parte», subrayando que los investigadores llevaban días esforzándose por averiguar su paradero y reconociendo abiertamente que no tenían ninguna pista.
El chivatazo que puso fin a la persecución se produjo a las 17.15 horas y, poco más de una hora después, Oropeza estaba detenido, según el agente especial adjunto del FBI Jimmy Paul.
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