No solo es una cuestión de tendencias
Gracias a que la moda es cíclica, la terrorífica tendencia de las ‘cejas hilo’ de los noventa y principios de los 2000 dio paso a grandes, pobladas y espesas cejas. Ahora, la mismísima Frida Kahlo y su entrecejo son fuentes de inspiración. Y para las que tienen las cejas más finas, el mercado ofrece infinidad de kits de retoque y así poder parecerse a iconos de este estilo como Cara Delevingne o Lily Collins.
Más allá de la estética, la ciencia ha desvelado que esta tendencia sienta mejor que otras anteriores porque hace que parezcamos más jovenes. Para el estudio, los investigadores analizaron 763 fotos de mujeres de varias etnias sin maquillaje -con edades entre 20 y 80 años- y observaron, tras medir la luminancia y el contraste cromático entre algunas características faciales, que ojos, labios y cejas se destacaban más en las jóvenes, rasgos que varían con la edad.
Se realizaron dos versiones de cada cara: una con características que se incrementaron artificialmente para que pareciesen más definidas (alto contraste) y otra con menos definición (bajo contraste).Tras observar ambas, los participantes de la investigación afirmaron quelas imágenes de alto contraste parecían más juveniles en casi el 80% de los casos.
La conclusión fue que el contraste facial es una señal transcultural para la juventud. “Personas de diferentes culturas utilizan el contraste facial como una señal para percibir la edad, a pesar de que no son conscientes de ello”, asegura una de las investigadoras, Aurélie Porcheron, en un comunicado. Asimismo, esto demuestra la capacidad del maquillaje para alterar o modificar nuestros rasgos e incluso hacernos parecer más jóvenes.
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