Las normas
de convivencia son un conjunto de reglas establecidas en un grupo social a fin
de orientar y facilitar las relaciones entre los sujetos y garantizar el buen
desarrollo del trabajo y la vida cotidiana.
Por esta
razón, las normas de convivencia se basan en valores como la tolerancia, el
respeto mutuo, el cumplimiento de los deberes y derechos y el respeto de los
derechos ajenos.
¿Para qué sirven las normas de
convivencia?
Las normas
de convivencia ayudan a prevenir conflictos entre los miembros de un grupo o
comunidad, pues estos, al sembrar la hostilidad, amenazan el bienestar de la
vida cotidiana, dificultan el desarrollo de las metas sociales y pueden,
incluso, propiciar desenlaces trágicos e irreparables.
El
cumplimiento de las normas de convivencia favorece la promoción de un ambiente
pacífico, la buena comunicación y la asimilación de los valores de respeto,
tolerancia, solidaridad y compañerismo.
De esta
forma, las normas de convivencia coadyuvan en la transmisión de hábitos
saludables en los individuos, en el trabajo productivo y en la construcción del
sentido de pertenencia.
Significado de Convivencia
Convivencia es el acto de convivir. La
palabra convivencia es de origen latín, formado por el prefijo “con” y,
la palabra “vivencia”, que significa acto de existir de
forma respetuosa hacia las demás personas.
La convivencia necesita una pluralidad de personas.
En la vida del ser humano, desde que nacemos es fundamental la socialización
entre los individuos y, es por ello que las áreas de psicología y medicina,
afirman que es imprescindible la interacción con otros seres humanos
para la salud mental y la integridad física de la persona y de quienes
lo rodean, fundamental para lograr el equilibrio del individuo y su
desenvolvimiento en su vida personal, profesional y social.
La
convivencia se puede llevar en diferentes ámbitos como: trabajo, hogar,
espacios públicos, escuela, entre otros. Es de destacar, en una convivencia es
fundamental existir y tener en cuenta los siguientes valores: el respeto, la
honestidad, la tolerancia, la solidaridad, entre otros y, normas y códigos de
comportamientos que hacen una buena convivencia.
En relación
a lo anterior, cuando respetamos a los otros, nos respetamos a nosotros mismos
y podemos exigir respeto para con uno, ser honestos es fundamental en cualquier
relación pero primordial para convivir con los demás, porque ser honestos nos
hace fiables y de confiar para los demás, del mismo modo debemos tolerar a los
demás y sus ideas y ser solidarios en los momentos de dificultad.
Los conflictos de convivencia entre las personas pueden generar problemas y enfermedades
mucho más graves que afectan la salud de aquellos que comparten o tienen vida
en común, como la propia intolerancia entre ellos que a su vez conlleva o puede
generar graves problemas de ansiedad, depresión, estrés y hasta depresión
extrema que puede ocasionar el suicidio en alguno de los que conviven.
Dichos
problemas de convivencia lamentablemente son actualmente desdichas que viven
muchas familias alrededor del mundo, que se viven entre padres e hijos,
parejas, suegros o suegras y nueras o yernos que hacen la vida del día a día
insoportable, para ello los especialistas de la psicología recomiendan
tratamientos de aceptación propia y aceptación hacia los demás, para luego
hacer terapias familiares en las que se digan las cosas que molestan a unos y a
otros y canalizar las diferencias y aceptar aquello que no se puede cambiar y
transformar aquellas que son viables.
Convivencia
social
Hablamos
también de la convivencia social cuando estamos en presencia
de una coexistencia pacífica y armoniosa de grupos humanos en un mismo espacio,
como por ejemplo cuando hablamos de las relaciones de coexistencia entre los
dueños de los apartamentos de un edificio, o de un conjunto residencial de
casas conjuntas.
En dichas
relaciones debe existir un mínimo de respeto y consideración por los demás,
saber que hacer ruidos molestos a la 1: 00 de la mañana causa disgusto a los
vecinos, así como saber, que no se puede tirar la basura en el pasillo conjunto
entre vecinos ya que le causará problemas a la salud tanto de él como a la de
los vecinos, por lo que deben existir reglas de convivencia, respeto y consideración
por aquellos que cohabitan con nosotros o con los que compartimos zonas en
común como es el caso de los vecinos en propiedad horizontal.
Características de las normas de convivencia
Varían de acuerdo al contexto, el tipo y la función de la comunidad (académica, laboral, ciudadana, etc.).
Expresan los valores del grupo social.
Son flexibles, es decir, se adecúan a las transformaciones históricas.
Son puntuales.
Son de fácil asimilación.
Pueden transmitirse mediante la costumbre, la tradición oral o la escrita.
Cuando las normas son establecidas por instituciones formales como escuelas o la municipalidad, incorporan sistemas de sanciones.
Convivencia
escolar
La
convivencia escolar está
íntimamente ligada al proceso educativo de la persona, donde aprende a
relacionarse con los demás, a respetar la idea de los otros, en el ámbito donde
expresarse es libertad y donde las diferentes opiniones pueden converger y
convivir sin problema, es uno de los primeros sitios donde se aprende a
respetar a los demás y sus ideas y donde el proceso de aprendizaje de
convivencia se hace a diario con los propios compañeros de aulas, los
compañeros de otros salones así como con los maestros y autoridades de la
institución.
Ejemplos de
normas de convivencia
Las normas
de convivencia difieren según los contextos, por ejemplo, en la familia, la
escuela, la iglesia, el lugar de trabajo, la comunidad, la ciudad y, hoy por
hoy, el ciberespacio.
Normas de
convivencia escolar
Entre
algunas de las normas de convivencia más importantes en el ambiente escolar,
podemos señalar las siguientes:
Ser
amable con compañeros, maestros, personal administrativo y de limpieza.
Practicar
las normas del buen hablante y del buen oyente.
Mantener
una buena higiene.
Vestir
apropiadamente.
Asistir
regularmente y con puntualidad.
Llevar
a clase todos los materiales necesarios.
Ayudar
a mantener la escuela limpia.
Mantener
el área de trabajo ordenada.
Dejar
los juegos electrónicos en casa.
No
agredir verbal o físicamente a ningún compañero (cero bullying).
Normas de
convivencia familiar en el hogar (niños y adultos)
Algunas de
las normas de convivencia del hogar pueden ser las siguientes:
Practicar
las normas de cortesía: saludar a diario o corresponder al saludo, pedir
permiso, agradecer, etc.
Hablar
con amabilidad
No
gritar.
Solicitar
y permitir la opinión de todos los miembros de la familia en asuntos de interés
común.
Participar
activamente en las tareas del hogar según las capacidades de cada quien.
Compartir
lo que se tiene y negociar el uso de áreas y equipos comunes cuando sea
necesario.
Respetar
el espacio de los demás así como los horarios de descanso.
Destinar
un tiempo específico para el encuentro familiar.
No
usar el móvil durante las comidas familiares.
Avisar
o solicitar permiso antes de llevar visitas.
Normas de convivencia
en el trabajo
Entre
algunas de las normas de convivencia elementales en el trabajo tenemos:
Practicar
la cortesía: saludar, despedirse, agradecer, pedir permiso.
Usar
un vocabulario respetuoso, decente y apropiado.
Mantener
una comunicación asertiva con los miembros del equipo.
Atender
llamadas personales en privado para evitar distraer a los demás
Escuchar
música con audífonos para no molestar a los colegas.
Mantener
limpia el área de trabajo.
Comer
en los lugares destinados para ello y no en el escritorio.
Consultar
con el equipo antes de alterar las condiciones físicas del ambiente (alterar la
temperatura del aire acondicionado o de la calefacción, cambiar los muebles de
lugar, hacer alguna actividad ruidosa, etc.).
No
repetir chismes ni crear rumores.
Llamar
a las personas por su nombre.
Normas de
convivencia ciudadana
Sea en la
comunidad de vecinos o en la gran ciudad, estas pueden ser algunas de las
normas de convivencia más importantes:
Practicar
la cortesía: saludar o corresponder al saludo; pedir permiso; dar las gracias;
ceder el paso, etc.
Hablar
respetuosamente y en un tono de voz tranquilo.
Hacerse
responsable de los daños ocasionados a terceros.
Cuidar
los espacios comunes.
Mantener
el frente de la casa limpio.
Botar
la basura en los lugares destinados para ello.
Tener
especial consideración por niños, ancianos y discapacitados.
Mantener
los equipos de audio en un volumen moderado y bajarlo durante las horas de
descanso.
Evitar
realizar trabajos ruidosos durante las horas de descanso (taladrar, martillar,
aserrar, etc.)
Respetar
las leyes.
Normas de convivencia en redes
sociales o "netiqueta"
Las redes
sociales se han convertido en espacios cotidianos que también exigen normas
para la sana convivencia. Muchas personas, escondidas en el anonimato, crean
innecesarias tensiones y molestias en las redes sociales debido a sus actitudes
irresponsables o irrespetuosas.
Atendiendo a
la creciente hostilidad de las redes sociales, algunas personas han
reflexionado sobre el asunto y han propuesto algunos criterios para mejorar la
convivencia "virtual". Es el caso de Virginia Shead, conocida por
acuñar el término Netiquette o netiqueta (en
su forma castellanizada), con el que se refiere a las normas de todo usuario de
Internet debe seguir para la sana convivencia. Shead propone el siguiente
decálogo:
Ser
empático: tener presente que la persona que está tras la pantalla también es un
ser humano y puede sentirse afectado por los mensajes que recibe.
Seguir
los mismos estándares de cortesía practicados en la vida real, como saludar,
agradecer, pedir permiso, etc.
No
escribir en mayúsculas ya que, además de dificultar la lectura, en el mundo
virtual equivale a gritar.
Respetar
el tiempo y el ancho de banda de los demás.
Mostrar
el lado bueno de sí mismo durante la actividad en línea.
Compartir
los conocimientos adquiridos con la comunidad.
Mantener
o encauzar los debates dentro de un ambiente sano y mutuamente enriquecedor.
Respetar
la privacidad de otros.
No
abusar del poder o las ventajas que tenga a mano.
Excusar
los errores que otros puedan cometer.
A estas
normas podríamos añadir un criterio adicional: cerciorarse de la veracidad de
las noticias antes de compartirlas, a fin de evitar la propagación de rumores,
errores y malestares sociales innecesarios.
Normas para
de convivencia en WhatsApp
A diferencia
de redes sociales como Facebook o Twitter, donde muchas veces la gente no se
conoce, en WhatsApp hay, en teoría, una relación real entre los contactos. Sin
embargo, los chats grupales se han convertido en caldo de cultivo de auténticos
conflictos.
En efecto,
cuando no se respetan los protocolos en los grupos de WhatsApp se
crean enormes problemas por pequeños malentendidos, y estos ponen en riesgo la
convivencia en los ambientes reales, al punto de ser causa de rompimientos y
enemistades.
Por eso, en
lo que a los grupos se refiere, conviene recordar que, por virtual que sea el
medio, la socialización grupal requiere de normas de convivencia. Entre algunas
de ellas, podemos sugerir las siguientes. Veamos.
Respetar
el objetivo para el que fue creado el grupo.
No
abordar asuntos personales.
No
establecer conversaciones con un único miembro del grupo.
No
responder a todo, excepto a lo que sea solicitado.
Ser
breve y puntual en los mensajes.
Mantener
un lenguaje adecuado y amable.
Evitar
temas polémicos, sobre todo si no tienen que ver con el objetivo del grupo.
No
alimentar discusiones.
Tomar
en cuenta el horario antes de mandar un mensaje, es decir, no enviar mensajes
en la madrugada.
Evitar
el envío de cadenas, especialmente si se trata de archivos que pongan en riesgo
el rendimiento de los equipos.
18 normas de convivencia que deberás enseñar a tu hijo
Es importante que las normas de convivencia se
inculquen a los niños desde la infancia, puesto que contribuyen a la paz y armonía, tanto en el vínculo familiar
como con los demás. Por ello debes asegurarte de conocerlas muy bien y saber
cómo transmitirlas a tus hijos de la manera correcta.
¿Por qué enseñar normas de convivencia a los niños?
Estas normas permiten que los niños interactúen con
los demás con respeto. Al aprenderlas, se comportarán de forma
ordenada y tolerante.
Si no existieran tales normas, cada persona actuaría como le
pareciera más oportuno y no habría orden. Aunque en nuestra sociedad muchos han dejado de
aplicarlas, es importante enseñárselas a los niños. De esta forma, crecerán con
una actitud positiva.
Al enseñarlas a tu hijo evitarás que crezca inseguro, perdido
y desafiante, puesto que ayudan al pequeño a encontrar el equilibrio
entre lo que desean conseguir y las necesidades de los demás.
De hecho, algunos estudios revelan que cuando se practican
las normas de convivencia y se hace el bien desde la niñez, los adultos son más
felices.
10 principales reglas de convivencia
Las reglas de convivencia
consisten en respetar los derechos de quienes nos rodean. Además, ayudan a
aceptar que cada uno tiene obligaciones que cumplir. Aunque todas son
importantes, hay 10 normas de convivencia que son las primeras que
deben aprender los niños:
Decir por favor y gracias
No gritar.
Saludar cordialmente.
Pedir y esperar con paciencia el
turno de la palabra.
Tratar a quienes los rodean como
quieren que los traten, es decir con respeto y amabilidad.
Compartir con los demás.
No maltratar física ni verbalmente a los
demás.
Ser educado al llegar a un lugar.
Pedir disculpas cuando se equivoca, o hace
daño a alguien.
Respetar las ideas de las pea
Además, debes enseñar valores y
principios durante el crecimiento de tu hijo y la etapa escolar:
Otras Normas de Convivencia
No exigir cosas que no sean necesarias o no
estén al alcance del padre.
Escuchar con atención cuando le hablan.
Ayudar y respetar a los mayores.
No mentir.
Ser responsables.
Respetar lo ajeno, también la privacidad de
los demás.
Aceptar las consecuencias de sus errores.
Respetar y cuidar el entorno en el que vive
y hacer buen uso de los recursos naturales
Como inculcar regles de Convivencia a los hijos
Sin duda alguna, los padres son el ejemplo para sus hijos por esta razón, debes ser tú quien ponga en casa las reglas de
convivencia y se las inculques a tu hijo.
Por consiguiente, si tu hijo te ve saludar,
pedir perdón, dar las gracias y escuchar con atención, se sentirá motivado a
hacerlo también. Los siguientes consejos te ayudarán a educar a tu hijo en el
respeto hacia las normas y modales de manera sencilla y efectiva.
Empieza lo antes posible. Lo ideal es que inculques las
normas a tu hijo desde muy temprana
edad, por ejemplo
desde su primer año enséñale a decir gracias, así le será
más
fácil practicarlas cuando crezca. Además, desde muy pequeño empezará a imitarte.
Tómate
el tiempo necesario para enseñarle. Aprovecha cada oportunidad que tengas para
mostrarle a tu hijo buenos modales.
Explica
la importancia de las reglas. A medida que el niño vaya creciendo y tenga
capacidad para entenderlo, explícale por qué debe respetar dichas normas y
tener una buena conducta.
Felicítalo
y corrígelo cuando sea necesario. Felicita al niño por su buen comportamiento, ya que
esto lo impulsará a seguir cumpliendo con las normas y con sus deberes.
Por el contrario, cuando no cumpla con las normas, corrígelo.
Utiliza
juegos. Enséñale
utilizando juegos divertidos donde aprenda y pueda poner en práctica los
modales. Es importante que tengas en cuenta qué juego le conviene según la edad
de tu hijo.
No dudes en enseñarle las
normas de convivencia a tu hijo, sin importar que edad tenga. De esta forma,
serán mejores personas y favorecerá a la unidad y armonía en la sociedad.
Con sus deberes.
Por el contrario, cuando no cumpla con las normas, corrígelo. Enséñale utilizando
juegos divertidos donde aprenda y pueda poner en práctica los modales. Es
importante que tengas en cuenta qué juego le conviene según la edad de tu
hijo. No dudes en enseñarle las normas de
convivencia a tu hijo, sin importar que edad tenga. De esta forma, serán
mejores personas y favorecerá a la unidad y armonía en la sociedad.
Fuentes
eresmama.com
Significados.com.
lorenasaca.com