Existen problemas comunes del matrimonio que es importante no obviar antes de que sea demasiado tarde. Buscar ayuda profesional o sentarse a hablar son algunas de las soluciones.
Unirse en matrimonio con otra persona es un paso muy importante, pero no exento de problemas. Algo que debemos tener claro es que al ser dos personas distintas, seguro que habrá diferencias de pareceres y desencuentros que hay que saber gestionar. Por eso, hoy profundizaremos sobre los problemas comunes del matrimonio y cómo resolverlos.
Desde el Consejo General de Psicología de España (COP) nos explican que los conflictos en la pareja generan problemas de salud en los miembros y en los hijos. Por esta razón, conviene saber abordarlos de una manera sana para que nadie salga perjudicado. Pero, ¿es posible evitar que estos conflictos aparezcan?
El matrimonio mejora la calidad de vida
Al menos esto es algo que afirma la COP. Las estadísticas dicen que los casados viven más y con mayor calidad de vida si no hay tantos conflictos. Este último apunte es muy importante, ya que puede que haya un componente de creencias sobre el amor romántico que hagan que el matrimonio, lejos de mejorar la calidad de vida, provoque todo lo contrario.
Hay muchas situaciones que pueden provocar problemas comunes en el matrimonio, desde la economía familiar hasta los hijos. No obstante, la comunicación va a ser esencial para hacerles frente y resolverlos de la mejor forma posible.
Te animamos a acudir a terapia de pareja, pues la ayuda profesional no se debería dejar para cuando todo está perdido.
Problemas comunes del matrimonio
Ahora que ya sabemos un poco más sobre los problemas comunes del matrimonio, teniendo en cuenta todo lo que dice la COP, vamos a explicar cada uno. Está claro que cada relación es diferente, no obstante, siempre hay situaciones que se repiten y que genera un alto grado de malestar en las parejas casadas.
1. La falta de comunicación
La comunicación es el talón de Aquiles de las relaciones de pareja y todavía los expertos no saben muy bien por qué. Parece ser que la falta de asertividad, creer que el otro debe adivinar lo que queremos y otra serie de patrones de conducta que hemos aprendido de nuestros padres terminan afectando al matrimonio.
2. Las distintas responsabilidades
¿Cómo se distribuyen las labores del hogar? ¿Quién se encarga del cuidado de los hijos?
Hay muchos aspectos que pueden provocar problemas comunes del matrimonio y que necesitan hallar un punto de encuentro. Si uno de los miembros tiene más responsabilidades en algo, el otro debe compensarlo de alguna forma con otra responsabilidad. Aquí hay que sentarse a negociar.
3. Los problemas de dinero
Otro de los problemas comunes del matrimonio es el dinero. Tener una cuenta conjunta puede hacer que haya que pedirle explicaciones al otro sobre en qué se ha gastado tanto; algo que puede aumentar el control dentro de la relación.
Aquí hay que sopesar si compensar esa cuenta conjunta o es mejor tener cada uno la suya.
4. La falta de sexo
Uno de los problemas comunes del matrimonio parece ser el sexo. La falta de la pasión, el hecho de que cada vez hay menos tiempo para practicarlo, sobre todo cuando vienen los hijos, puede provocar que la relación se deteriore.
Para ello hay que conseguir un equilibrio y esforzarse por sacar momentos para pasar a solas. Asimismo, hay que cultivar la intimidad.
5. El tiempo a solas
Un matrimonio puede encontrarse con que ya no tienen amigos por separado o que no hacen ninguna actividad sin la otra persona. En ocasiones, hay que analizar si hay algún problema de dependencia emocional, algo que es bastante frecuente. Por lo tanto, buscar tiempo a solas, disfrutar de los pasatiempos y darse espacio es clave.
El amor no todo lo puede
Quizás, el mayor de los problemas comunes del matrimonio es creer que con amor todo va a ser más fácil. Sin embargo, esto no es así.
El amor no lo puede todo y necesita compromiso, comunicación, esfuerzo y ganas para mejorar. Acomodarse y dejar que el amor lo haga todo es un juego de nunca ganar.
Los problemas comunes del matrimonio mencionados tienen solución, pero no hay que esperar a que todo esté destrozado para buscar ayuda. En muchas ocasiones, se acude a terapia de pareja cuando la relación está muy rota y poco hay que hacer. Así que, en cuanto haya un problema que no sea factible de resolver, un profesional será de mucha utilidad.
Fuente Salud 180
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