MÉXICO.- Declarada en 1963 por el entonces presidente Adolfo López Mateos como símbolo de la floricultura nacional, la dalia es la flor emblemática de México. Sin embargo, pocos saben de sus usos en la medicina tradicional para combatir enfermedades como la diabetes.
Desde hace más de 10 años, en la Universidad Autónoma de Chapingo (UACH) se trabaja con un programa de colecta, caracterización y conservación de dalias que entre sus líneas de investigación contempla el aprovechamiento de sus raíces tuberosas, lígulas y pétalos como medicina y alimento.
El catedrático e investigador de la UACH José Merced explica a Efe que una de las características más sobresalientes de esta planta reside en su tallo con grandes espacios que hace que la flor tenga una vida poscosecha ilimitada.
También destaca la formación de tubérculos o camotes, que son órganos de reserva en el suelo que acumulan cantidades importantes de sustancias que ayudan a la planta a sobrevivir.
“Es una planta de origen mexicano que se encuentra en todo el territorio nacional, a excepción de sus penínsulas. Actualmente hay 43 especies silvestres en el país. Puede cultivarse en todos los climas, pero lo ideal es el templado y soleado, además de que no requiere de invernaderos para cultivarse”, abunda.
Respecto a la estructura de la inulina que se encuentra en los tubérculos de la planta, Merced explica que es parecida al almidón y que, cuando es consumida por el organismo humano, no es digerida, pues no cuenta con las enzimas necesarias para su degradación y por ello no suben los niveles de glucosa en la sangre.
“Hemos estudiado de cerca más de diez especies diferentes para ver cuál de ellas aporta los mejores beneficios para el uso medicinal. De estas destaca la dahlia coccinea y la dahlia campanulata. Esta última destaca porque sus camotes contienen 80 % de inulina”, precisa.
Asimismo, agrega que la dalia también contiene algunos minerales como fósforo, magnesio y calcio que son necesarios para el buen funcionamiento del cuerpo. Además de ácido benzoico, que es un antibiótico natural.
La UACH produce cada año más de 100.000 plantas que distribuye a todos los estados del país con el objetivo de que la población rural de bajos recursos que sufre diabetes, obesidad e hipertensión se apropie de los beneficios que tiene la planta, ya sea como ornato, medicina o alimento.
“Estamos preparados para desarrollar paquetes tecnológicos de plantas que hemos seleccionado dentro de la universidad para reproducir índices elevados de inulina, pero con un enfoque social. No queremos que ninguna empresa o laboratorio se adueñe de este recurso milenario y después las comunidades tengan que pagar por este”, cuenta el investigador.
María Guadalupe Treviño, presidenta de la Asociación Mexicana de la Dalia o Acocoxochitl, indica a Efe que, según escritos y lo que se conoce por tradición oral, la dalia ha sido fuente importante de calorías y agua en condiciones de escasez en el campo.
En sus raíces, dice, tienen una concentración de carbohidratos superior al 70 %, un aporte de proteínas que llega al 12 %, y fibra cruda de hasta 17 %.
Por lo que respecta a la raíz de la planta, esta puede comerse en infinidad de platillos.
“Se sabe que cuando fue llevada a Europa su uso inicial fue el de alimento, semejante al de la papa. Estos antecedentes nos han permitido impulsar la propuesta de revalorar a la dalia como una de las más notables de nuestro país, principalmente por su belleza ornamental”, indica.
Por su parte, Sergio Martínez Chavarría, delegado de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa) en la Ciudad de México, asegura a Efe que, dadas las propiedades de esta planta, se tiene previsto proponer a la dalia como la flor símbolo de la capital mexicana.
“El proyecto se mandará a la nueva Asamblea Legislativa de la Ciudad de México, para que la gente de la Ciudad de México, que es de las que más sufre diabetes y obesidad, sepa de sus propiedades; es una forma de prevenir y ayudar a la salud pública”, finaliza.
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