Creemos vivir en un mundo físico. Es decir, en lo que
conocemos como realidad, lo que nuestro cerebro nos dice que está ahí, que es
tangible, que tiene un sabor, un olor, una forma sólida. Sin embargo, este es
apenas, digamos, un nivel de nuestra existencia; un ámbito no abstracto.
Nuestro cuerpo también está presente en otros ‘mundos’, más importantes y
profundos. Todos estamos ahí, no importa si lo creemos o no: el ámbito o nivel
cuántico. Donde todos y todo somos información y energía que no pueden ser percibidas
por nuestros sentidos.
El concepto es un poco complicado de entender. Pensamos
¿cómo demonios yo mismo, la mesa, la computadora no son más que ondas
invisibles de energía e información que yo concibo como sólidos? El factor es
que tales ondas viajan a la velocidad de la luz, por lo que no podemos
percibirlas; vibran a diferentes frecuencias. Todo, todito forma parte de un
caldo de energía.
Si tuviéramos ‘ojos cuánticos’ no veríamos más que luz, la
energía de lo que todo está hecho (algo así como lo que podía ver Neo en The
Matrix). Cuando tocamos algo o a alguien, sentimos su solidez, como si hubiera
un límite establecido entre esa cosa y nosotros, pero no es así en la física
cuántica. Asumamos: todo está compuesto por átomos y si recuerdan sus clases de
la secundaria saben que está formado por un núcleo y una nube de electrones,
que no es rígida, ni una concha protectora, es una nube. Imaginen que es como
un balón en medio de un Estadio, donde el balón es el núcleo y todo el
espacio del estadio es la nube de electrones.
Ahora piensen, ¿hay solidez cuando chocan las nubes? No,
cuando se tocan, se funden. Pues lo mismo pasa con nosotros cuando tocamos algo
o a alguien; tras el contacto, hemos dejado algo de nosotros en esa cosa o
persona y se ha quedado en nosotros algo de ellas. Por lo que todos estamos
conectados. La mente, las ideas, los animales, las cosas, nuestros cuerpos son
campos de energía.
Ahora sí. Entendido el concepto, imaginemos lo que se lleva
a cabo en nosotros cuando tenemos una relación sexual ¿tienen idea de la
cantidad de intercambio de energía que se da? ¿Con cuánta información de esa
persona nos estamos quedando en nuestro campo?, esa otra persona está dentro de
nuestro cuerpo o estás dentro de ella (li-te-ral) tal como tus sentidos lo
perciben; ahora mide ‘cuánticamente’ a qué nivel de contacto está la luz de la
que están hechos. Es como dejar un pedazo de ti en ese otro ser y quedarte con
algo infinitamente suyo y que ahora ya es parte de ti. Es algo que nos hace
pensar que debemos tener más conciente con quienes nos acostamos y las razones
para hacerlo ¿no?
Fuente: elsyreyes.com
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