EFE
Los asesinatos en Puerto Rico al cierre de 2014 alcanzaron los 680, la cifra más baja desde 2000 y una reducción del 23 % respecto al año anterior que la Policía achaca al mayor esclarecimiento de crímenes y la cooperación ciudadana.
El jefe de la Policía de Puerto Rico, José Caldero, señaló ayer en declaraciones a Efe que el motivo para la importante rebaja en el número de asesinatos registrados en 2014, a falta de las horas que restan para finalizar el año, hay que buscarlo en los dos puntos antes señalados y en el compromiso de todos los agentes del cuerpo.
"La incidencia criminal sigue bajando cuando logramos arrestar a los delincuentes, desarticulamos organizaciones y los llevamos hasta los tribunales. Estos logros se dan gracias al compromiso de nuestros policías en conjunto con el Departamento de Justicia y su equipo de fiscales", aseguró Caldero.
El jefe policial dijo que "la cooperación ciudadana también ha sido fundamental" ya que, como resaltó, "diariamente se reciben confidencias que ayudan en las investigaciones".
"Nuestro plan de trabajo está enfocado en tres objetivos principales: el esclarecimiento, la prevención y el servicio a la ciudadanía", apuntó el número uno de la Policía de Puerto Rico.
Caldero destacó que la creación de la Superintendencia Auxiliar de Investigación Criminal ha sido clave en la reducción del crimen y muestra de ello es el porcentaje de esclarecimiento en todos los delitos Tipo 1, que incluye asesinatos y violaciones, que hoy se sitúa en el 78 %, frente al 68 % con el que se cerró 2013.
La reducción en el número de crímenes fue del 30 % si se compara con 2012 y del 41 % si se toma como referencia 2011, año que con 1.164 muertes violentas supuso el establecimiento de un oscuro récord de homicidios desde que se registran estadísticas en Puerto Rico.
La isla caribeña registró a partir de 2000 una curva ascendente en el número de asesinatos, aunque fue desde 2008, con los efectos de la crisis económica que todavía sufre el Estado Libre Asociado, cuando las cifras se dispararon hasta niveles que convirtieron a la seguridad en el principal problema de Puerto Rico.
Caldero llegó al cargo el pasado 29 de abril después de que hubieran "desfilado" por el puesto en los últimos años cinco jefes de la Policía, que por diferentes razones no contaron con continuidad para llevar a cabo políticas de prevención a largo plazo.
La caída de los asesinatos ha coincidido con el conflicto que tiene lugar en el seno de las fuerzas de seguridad de la isla a causa del malestar entre los agentes por ajustes salariales.
Los agentes cumplieron en algunos días de las últimas dos semanas con su amenaza de una huelga encubierta, con un ausentismo casi cinco veces mayor al habitual.
El descontento entre los agentes tiene su origen en la aprobación por parte del Legislativo de la reforma de las pensiones de los funcionarios de Puerto Rico, que empeora en general sus condiciones laborales y de jubilación.
El ausentismo creó inquietud en la cúpula policial por tratarse la Navidad de fechas críticas a causa de la gran movilidad de personas, lo que requiere de mayor presencia policial en las calles de la isla.
Caldero advirtió que si los agentes que no acudieron a sus puestos no justifican sus ausencias se les aplicará el reglamento con el mayor rigor posible.
El elevado número de asesinatos que se registran en Puerto Rico tiene su razón en haberse convertido en los últimos años en un "puente" para la entrada de la droga que desde Suramérica tiene su destino en Estados Unidos.
Parte de la droga se queda en Puerto Rico para consumo interno y el control de los puntos de venta es escenario de disputas y ajustes de cuentas a tiros entre bandas de delincuentes.
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