Más que una dieta de moda, una alimentación libre de harinas puede ayudar en la pérdida de peso, pero, ¿qué pasa cuando dejas de comer gluten, componente principal de éstos?
El pan, por ejemplo, es más calórico que el aceite, por lo que el descartar productos energéticos como pasteles, galletas y golosinas puede ser útil para la eliminación de algunos kilos de más”, afirma la doctora Clotilde Vázquez, jefa de Nutrición Clínica y Dietética del Hospital Ramón y Cajal de Madrid.
¿Momento de decirle adiós?
De acuerdo a un estudio de la America Journal of Gastroenterology,
“existen personas que sin ser celíacas tiene problemas para digerir la
harina; el problema podría ser el alto contenido de gliadina, una
proteína compuesta por aminoácidos que el intestino es incapaz de
procesar”.
Esto favorece la aparición de síntomas
como: dolor de estómago, gases, cambio en el estado de ánimo y el
aumento de peso; éste último debido a que la fuente principal de gluten
se encuentra en productos procesados: galletas, pan de dulce.
No es todo. El consumo excesivo de
gluten puede tener efectos en las evacuaciones del organismo: produce
estreñimiento. Esto debido a una instrucción que evita que el cuerpo
deseche lo que no necesitas.
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Además, disminuir el consumo de gluten
puede evitar que sufras del síndrome de intestino irritado, un
padecimiento digestivo que causa dolor y distensión abdominal.
Aunque antes de realizar una dieta libre de gluten, debes tomar en cuenta que de acuerdo con un estudio de Harvard Health Publications,
este alimento es fuente de vitamina B y fibra dietética. Lo ideal es
que trates de reducir su consumo o incluir en tu dieta multivitamínicos
libres de gluten y alimentos como la tapioca.
Fuente: salud 180
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