El capitán del barco surcoreano Sewol, hundido con 287 desaparecidos, pidió hoy perdón ante los medios de comunicación y aseguró estar "profundamente avergonzado" mientras se han interrumpido los trabajos de rescate por las malas condiciones climatológicas.
"Lo siento mucho por los pasajeros y los familiares de los desaparecidos" y "estoy profundamente avergonzado", aseguró Lee Joon-seok, de 69 años, que apareció ante las cámaras con el rostro oculto antes de someterse a un interrogatorio en el cuartel de la Guardia Costera surcoreana en Jindo, al suroeste del país.
El ferri Sewol, que transportaba a 475 pasajeros desde Incheon, al oeste de Seúl, y la isla meridional de Jeju se hundió la mañana del miércoles frente a la costa suroeste del país dos horas después de escucharse un fuerte estruendo, según testimonios de supervivientes.
A la espera de una investigación, funcionarios de la Guardia Costera afirmaron hoy que el capitán podría haber variado la ruta marcada por el Gobierno y que además habría realizado un cambio de dirección brusco en lugar de girar de forma gradual en la zona del incidente.
Según expertos, este violento giro pudo desplazar parte de la carga hacia un solo lado y finalmente volcar el buque, aunque también se maneja la hipótesis de que fue la colisión con una roca lo que provocó el hundimiento.
En todo caso, el capitán está en el punto de mira de la opinión pública en estos momentos y sus declaraciones podrían ser cruciales a la hora de aportar luz a este trágico e inusual suceso.
Mientras, los trabajos de rescate en los que participan más de 500 buzos para tratar de entrar en la nave quedaron suspendidos esta tarde debido a la prácticamente nula visibilidad en las aguas y a las fuertes corrientes en el lugar del hundimiento.
Estas condiciones, sumadas a las más de 30 horas transcurridas y la baja temperatura de las aguas han desvanecido casi por completo las esperanzas de hallar con vida a alguna de las 287 personas, la mayoría estudiantes de bachillerato, que habrían quedado atrapadas en el Sewol.
Desde hace varias horas el número de rescatados se ha mantenido en 179 y el de muertos confirmados en 9, según cifras oficiales del Gobierno, mientras los familiares de las víctimas congregados en un polideportivo de Jindo muestran su angustia y desesperación ante la falta de avances.
Tanto el primer ministro, Chung Hong-won, como la presidenta del país, Park Geun-hye, fueron abucheados cuando se acercaron a Jindo para ofrecer su apoyo a los familiares de las víctimas y los desaparecidos.
De los 475 pasajeros, 325 eran estudiantes de bachillerato de un instituto de Ansan, en la periferia de Seúl, que se dirigían a la turística isla de Jeju en un viaje escolar.
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