¿Cómo es que personas como Stephen Hawking y Albert Einstein
comprenden los conceptos matemáticos básicos para responder a preguntas
fundamentales sobre el Universo? ¿Será producto del trabajo duro, o simplemente
sus cerebros son intrínsecamente diferentes que el resto de nosotros?
Tal vez estas preguntas las has tenido en el pasado y ahora
te decimos la respuesta:
Investigadores, Universidad de París, Francia, han
estudiado qué áreas del cerebro están funcionando cuando los matemáticos
piensan particularmente acerca de temas complejos y si se utilizan las
mismas áreas para procesar matemáticas y lenguaje.
En el estudio, 15 matemáticos y 15 académicos de alto nivel
en otros campos se sometieron a resonancias magnéticas y se les pidió
que responder "verdadero" o "falso" a una serie de
preguntas. Algunas de estas cuestiones fueron matemáticas, y algunas eran
basado en palabras.
El equipo encontró que los problemas basados en
palabras activan vías típicamente asociadas con el procesamiento del
lenguaje, pero cuando las preguntas fueron en términos matemáticos de alto
nivel, el parietal, el prefrontal y las regiones inferiores
temporales en los cerebros de los matemáticos se iluminó, asegura Bob Yirka en Medical Xpress. Los cerebros de los académicos
no matemáticos no se iluminan, muy probablemente porque no se entienden los
problemas.
"Las mismas áreas en el cerebro de los no
matemáticos iluminaron sólo cuando se les preguntó preguntas generales sobre
números y fórmulas matemáticas," explica Yirka.
Entonces, ¿qué significa todo esto, sobre todo para los que
no somos genios? Pues bien, ahora sabemos que las matemáticas son procesadas en un área específica del
cerebro, independientemente de la complejidad del interrogatorio. La
verdadera pregunta es si los no matemáticos pueden aprender a entender las
matemáticas de alto nivel a través de la formación y si las mismas áreas
comenzarán a iluminarse a medida que aumenta la comprensión.
Científicos seguirán intentando comprender las mentes de
algunos de los más grandes teóricos de nuestra época.
Fuente: Muy Interesante
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