
Tras quedarse sin medios de vida la mujer se vio
obligada a vestirse como un hombre todos los días para poder ganar dinero, ya
que en el país árabe no contrataban a las mujeres casi para ningún tipo de
trabajo.
De acuerdo con los medios locales, a lo largo de 43 años la mujer cargaba ladrillos y cemento, trabajaba en la construcción de edificios y limpiaba zapatos, a lo que se dedica actualmente.
De acuerdo con los medios locales, a lo largo de 43 años la mujer cargaba ladrillos y cemento, trabajaba en la construcción de edificios y limpiaba zapatos, a lo que se dedica actualmente.
"Para protegerme de los hombres y sus miradas de
condena y no ser blanco debido a lastradiciones, he decidido ser un hombre...
vestirme con su ropa y trabajar en otros pueblos, donde nadie me conocía",
confiesa la mujer.
Por los años de trabajo duro para mantener a su hija y
sus nietos la Dirección de Solidaridad Social de Luxor le ha otorgado a Abu
Dauch el premio de Mujer sostén de la familia.
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