Un nuevo escándalo de corrupción amenaza con provocar un auténtico terremoto político en el estado de Nueva York tras la detención ayer de un veterano dirigente demócrata acusado por las autoridades federales de haber aceptado millones de dólares en sobornos y comisiones ilegales durante años.
El escándalo salpica al presidente de la Asamblea Legislativa estatal, Sheldon Silver, uno de los hombres más poderosos de Albany, la capital del estado, y quien después de semanas de especulaciones se entregó a las autoridades en su domicilio del sur de Manhattan a primera hora de la mañana, según confirmó un portavoz del FBI.
La oficina del fiscal federal del distrito sur de Nueva York, Preet Bharara, lidera el caso contra Silver, de 70 años, en la mira de la justicia desde que el gobernador, Andrew Cuomo, decidió el año pasado desmantelar por sorpresa una comisión anticorrupción que había creado en 2013.
En concreto, las autoridades federales acusan al político de haber utilizado durante años el “poder e influencia” que le confiere su cargo para apropiarse de “millones” de dólares en “sobornos y comisiones clandestinas”, según el pliego de cinco cargos presentado en su contra por la fiscalía.
La cifra alcanzaría los cuatro millones de dólares, la mayoría procedentes de sobornos y otras comisiones ilegales que habría empezado a recibir hace catorce años de un conocido despacho de abogados especializado en la búsqueda de exenciones fiscales para los bienes inmuebles.
“Ha participado y sigue participando en un esquema de fraude corrupto y secreto en perjuicio de los ciudadanos de Nueva York y que extorsiona a individuos y entidades bajo la apariencia de legalidad”, según los documentos judiciales, en los que se acusa a Silver de mentir durante años sobre el origen de sus ingresos.
El presidente de la Asamblea Legislativa cobra un sueldo anual de 121,000 dólares y en sus últimas declaraciones a Hacienda incluía también cientos de miles de dólares obtenidos, según el propio Silver, por su trabajo en el sector privado como abogado, aunque las autoridades creen que son falsas.
“Nadie está por encima de la ley, no importa quién seas”, dijo en conferencia de prensa el fiscal Bharara, quien criticó la “falta de transparencia” que impera en Albany y aprovechó para lanzar una seria advertencia a los legisladores. “Nuestra lucha contra la corrupción continúa. Permanezcan atentos”.
El nombre de Sheldon Silver engrosa así una larga lista de destacados dirigentes políticos de Nueva York de ambos partidos que se han visto implicados en casos de corrupción, como el senador estatal Malcolm Smith, actualmente en juicio, o los asambleístas Nelson Castro, Eric Stevenson o Shirley Huntley, ya condenados.
Millones al margen“Desde hace años los neoyorquinos se vienen preguntado cómo el señor Silver, uno de los hombres más poderosos de Nueva York, pudo ganar millones de dólares al margen de la política sin comprometer su capacidad para representar honestamente a los votantes. Hoy les damos la respuesta. No lo hizo”, añadió el fiscal.
Por su parte, el agente del FBI al frente del caso, Richard Frankel, aseguró que el legislador “se aprovechó de su posición política para enriquecerse de manera ilícita (...) y amasó durante años casi cuatro millones de dólares”.
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LA DEFENSA CONSIDERA NO HAY FUNDAMENTO
“Estos cargos criminales no tienen ningún fundamento y el señor Silver espera poder responder en los tribunales y quedar finalmente exonerado”, añadieron sus abogados Joel Cohen y Steven Molo. Tras conocerse las primeras noticias de su arresto empezaron a llegar las primeras peticiones de dimisión. “Sheldon Silver debería renunciar por el bien del pueblo de Nueva York”, dijo el senador estatal Brad Hoylman en su cuenta de Twitter. “Hoy es un día triste para el Bajo Manhattan”, añadió el demócrata Paul Newell. Casado y con cuatro hijos, Silver es uno de los principales aliados políticos del alcalde de la ciudad, Bill de Blasio.
LA DEFENSA CONSIDERA NO HAY FUNDAMENTO
“Estos cargos criminales no tienen ningún fundamento y el señor Silver espera poder responder en los tribunales y quedar finalmente exonerado”, añadieron sus abogados Joel Cohen y Steven Molo. Tras conocerse las primeras noticias de su arresto empezaron a llegar las primeras peticiones de dimisión. “Sheldon Silver debería renunciar por el bien del pueblo de Nueva York”, dijo el senador estatal Brad Hoylman en su cuenta de Twitter. “Hoy es un día triste para el Bajo Manhattan”, añadió el demócrata Paul Newell. Casado y con cuatro hijos, Silver es uno de los principales aliados políticos del alcalde de la ciudad, Bill de Blasio.
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