Cuando hablamos de sexo tántrico, para todos
aquellos que todavía no lo conocen, estamos hablando de una forma de practicar
el sexo basada en una expansión y exploración de nuestra espiritualidad, es
decir, dejar de hacer sexo como los animales, para tomar conciencia de lo que
hacemos, y no solo tener placer genital, sino a en todo nuestro cuerpo y
durante mucho más tiempo.
La palabra “tantra” viene del sánscrito, un idioma hindú con
más de 5000 años de antiguedad y que significa expansión y liberación. El
tantra utiliza la unión sexual entre dos personas para conseguir una
expansión de la conciencia y un bienestar profundo que proporciona salud y
calidad de vida.
Cuando se realiza el sexo tántrico se potencian los cinco
sentidos hasta límites insospechados, proporcionando un profundo e intenso
placer a la pareja que está realizando el acto. Si somos capaces de tener una
unión sexual con otra persona entregándonos sin ningún tipo
de miedo o culpa, podremos sentir como todo el placer físico se convierte en
dicha y nos proporciona una energía que mejora nuestra
vida, haciéndonos sentir rejuvenecidos y más felices.
La energía sexual que se libera en el Tantra, tiene la
capacidad de transformar nuestras vidas, haciéndonos sentir más
felices y aportándonos seguridad y confianza en nosotros mismos. El
Tantra es la forma correcta de hacer el amor que deberíamos conocer
todos los seres humanos, y por suerte, poco a poco el Tantra se va normalizando
en nuestra sociedad y cada vez son más personas las que lo practican, mientras
que la gran mayoría de parejas que hacen sexo convencional, tienen como fin el
orgasmo, sobre todo en los hombres, mientras que en el Tantra la satisfacción
de la mujer y el orgasmo también son importantes, pero el orgasmo del hombre
debe demorarse lo máximo posible para prologar el placer de la pareja.
Fuente: http:seduccionysuperacion.com
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