Madeline, de Brisbane, Australia, está cambiando las actitudes tradicionales hacia la belleza al considerar su diversidad funcional como un “regalo”, informa Mirror.co.uk.
La joven, que ha perdido 18 kilos para estar en forma, quiere que la gente sepa su condición genética es una “bendición”. Por eso ha posado con seguridad y glamour delante de las cámaras en unas imágenes que ha colgado en su Facebook.
A Madeline, que también tiene una lesión coronaria, le encanta bailar, la gimnasia, el baloncesto y ser animadora. Con el apoyo de su madre Rosanne está decidida a entrar en la industria de la moda para dar una impresión positiva al mundo.
Fuente: Externa
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