Las autoridades chinas eliminaron la cuenta oficial del diario estadounidense "The New York Times" en Weibo, el Twitter chino, y la de dos periodistas asociadas al rotativo estadounidense, según recogen medios locales.
Igual ha ocurrido esta semana con la cuenta del "Wall Street Journal", que el pasado fin de semana había publicado una información sobre la contratación por el banco JPMorgan del hijo de un ministro chino, a pesar de las evaluaciones negativas internas sobre su labor.
Los dos periodistas del New York Times manifestaron su sorpresa en Twitter al descubrir que la red social china había censurado sus cuentas y la de su medio, que contaba con 70.000 seguidores.
"China extingue los últimos rastros en la red de 'The New York Times'", relató en Twitter Andrew Jacobs, periodista del citado diario. "Ellos (las autoridades) también mataron la mayoría de nuestras cuentas personales de Weibo".
"Parece que mi cuenta de Sina Weibo ha desaparecido. Ahora solo aparece un bonito mensaje abducido por alienígenas", escribió Austin Ramzy, corresponsal del rotativo en Hong Kong, en relación a la imagen que aparece en su cuenta de Weibo con un platillo volante que abduce a un muñeco.
Ramzy, de 39 años, se vio forzado a abandonar la China continental y mudarse a Hong Kong al no haber obtenido a tiempo la aprobación de su visado, situación que varios corresponsales extranjeros achacaron a algunos reportajes que el diario publicó sobre el liderazgo chino.
Si bien la red social china alegó que las cuentas de los periodistas y del medio estadounidense están bajo "el control de las autoridades de internet", no dio ninguna otra explicación que justificara esta censura.
Las versiones de "The New York Times" en inglés y en chino están bloqueadas en China desde octubre de 2012, después de que el diario publicará un artículo, que todavía tiene gran presencia en la red, sobre la fortuna de 2.700 millones de dólares que habría acumulado la familia de Wen Jiabao, el entonces primer ministro de China.
También la agencia Bloomberg ha tenido problemas similares después de publicar en 2012 un artículo sobre las fortunas secretas de familiares de altos líderes del Partido Comunista Chino.
El pasado diciembre, el Ministerio de Asuntos Exteriores chino esperó hasta el último minuto para renovar los visados de todos los miembros de ambas organizaciones, lo que suscitó el temor de que pudieran ser finalmente denegados.
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